Lágrimas y carcajadas
Martha (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)
¡Aaahh! Si se hubieran enterado antes, mucho drama, lágrimas... y carcajadas nos hubiéramos perdido. Si imagináramos que las caricaturas fueran el mundo real, sería un caos. Y es que podemos ver cómo las historias que nos cuentan pertenecen a la inspiración de un autor que transmite, por medio de ellas, la realidad de nuestro acontecer.
Como en Candy Candy, una niña que es abandonada y vive en la casa-hogar de Pony. La historia nos deja ver cómo ella va afrontando problemas, para formarla como persona. Pobrecita, se le muere Anthony, su amigo Steer y tiene que dejar a Terry. Más que necesario un grupo de autoayuda para afrontar tanto dolor.
Donald, otro personaje con graves problemas de temperamento, ¿cuántas veces no lo hemos visto explotar a la menor provocación? Un grupo de autoayuda para neuróticos no le caería nada mal. Me imagino que por eso durante todos estos años no se ha podido casar con su novia Daisy, y ¡Quién querría casarse con alguien así! Si me oyera, ya se hubiera molestado por el comentario.
Tenemos a Popeye, un personaje con una profesión. Marino fuerte, todo un caballero, con un problema que suelen tener todos los hombres que casi parecen perfectos: Tiene novia de nombre Oliva, la cual lo bota a su antojo, y el pobre siempre se deprime y sufre, porque la quiere mucho, pero siempre regresa con ella. Cuando vemos la caricatura, nos dan mucha risa todas esas situaciones. Pero deberían ir Popeye y Oliva a un grupo de autoayuda, tal vez uno para parejas inestables. Pero como dije al principio, cuando más parecen perfectos, más defectos les encuentras... y es que no podemos olvidar los celos, lo peleonero y que gusta de una hierba que extrañamente le da fuerza y entonces puede con todo. Creo que tendría que ir a más de un grupo de autoayuda.
O Remi, el niño que vive en el pueblo de Francia, que nos hizo reír y llorar mucho cuando es separado de su madre y se lo lleva al Sr. Bitalis. A partir de ese momento su vida cambia. Vemos que tiene un padre alcohólico y desobligado. Tal vez si hubiera intentado ir a un grupo de autoayuda, hubiera logrado ser como antes, una persona bondadosa, trabajadora, amorosa.
Todas esas caricaturas nos hacen reaccionar de distinta manera a cada uno, pero más que nada nos identificamos con ellos. Tal vez no pasó de la misma manera, pero algo parecido a alguna vivencia que tuvimos nos trae a la mente el ver las distintas situaciones que nos provocan risa o llanto. ¿Y si en esas situaciones hubieran habido un grupo de autoayuda? Otra historia sería. La vida de ellos hubiera cambiado y nos hubieran divertido de la misma manera.
Vemos cómo esos personajes viven y tratan de salir de las diferentes situaciones, pero así como para nosotros, es difícil salir solos de esos problemas que atormentan la vida y el cuerpo.
Es necesaria la ayuda... y ahí están los grupos de autoayuda para recordarnos que no estamos solos. Ellos también tienen algo qué contar, y te ayudarán a que identifiques tu camino, para que salgas de esa oscuridad en que te encuentras, te levantes y sigas adelante. Tal vez será difícil, pero nunca imposible.